DeSenChufadoS - Jovenes de Mente Positiva

Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.

Kay Poe y Esther Kim crecieron juntas como buenas amigas pero también como excelentes competidoras. Desde muy pequeñas su deporte había sido el Tae Kwon Do y no podía ocultar su alegría cuando recibieron la noticia de que en las olimpiadas de Sydney, en el año del cambio del milenio, este deporte iba ser al fin considerado como una disciplina olímpica.
Sin embargo, existía un problema. Estados unidos solo iba a enviar a un representante del peso y categoría de las dos amigas. Promediando las competencias de clasificación se notaba que las dos amigas eran las mejores, y nadie podía decir con certeza que cual de ellas era la mejor. Pero algo ocurrió. Kai se disloco la odilla en los últimos segundos que faltaban ganando el match, pero no podía ocultar su dolor aguanto esos segundos mientras a su entrenador la sacaba hacia los vestuarios. Esther no pudo hacer nada porque ya comenzaba su semifinal. Comenzó un poco distraída pero luego de una fuerte caída volvió su cabeza al juego y doblego completamente a su contrincante.

Ahora quería escuchar lo que sucedería con su amiga. Era el sueño que siempre habían tenido: Una final entre ambas en el nivel mas alto de su deporte en los Estados Unidos. El entrenador de Kay salio muy serio del vestuario para anunciar lo que sucedería, pero ya su rostro decía lo que había pasado. Con solo poner un pie en el sector del juego, Esther podría ir a las olimpiadas. Kay no estaba en condiciones de hacerle frente. Pero algo todavía más sorprendente ocurrió. Esther se acerco al estrado de los jueces y anuncio que le concedería la victoria a su amiga herida. Ella estaba dispuesta a sacrificar su propio sueño con tal de que su amiga pudiera cumplir el suyo. Mediando el murmullo general y la confusión de unos y otros, Kay salio dolorida del vestuario a protestar la decisión. Pero con el público enmudecido Esther le replico:

<< ¡No te atrevas a discutir esto! ¡No creas que estoy tirando mis sueños al mar! ¡No estoy haciendo eso! ¡Estoy poniendo mis sueños en ti!>>.

De más decir esta que ellas, y pronto los testigos de semejante acto, se encontraron llorando. Esther firmo oficialmente su renuncia y le dijo a los asombrados periodistas de la televisión nacional:

<< ¡Hay más de una manera de salir campeón!>>

¿Qué cosas estarías dispuesto a hacer por tus amigos?